14 de diciembre de 2008
Los de Géminis pueden cambiar de ropa, de trabajo, de amor o de residencia con la misma rapidez con que cambian de opinión. Les gusta leer y captan rapidámente lo esencial del contenido. Piensan con mucha rapidez, son muy satíricos y son más despiertos que casi todo el mundo. Son capaces de hacer dos cosas a la vez con menos esfuerzo del que necesitamos la mayoría de nosotros para hacer una sola. Son gente que no aguantan los trabajos penosos y monótonos. Su pasmosa versatilidad, unida a su facilidad de palabra, hace de ellos estupendos políticos, por no decir que son expertos en el campo de las relaciones humanas. El Géminis típico llega siempre tarde, no porque se olvidó de la hora sino porque por el camino se encontró con algo que le llamaba la atención y se desvió. La mayor parte de ellos hablan con extraordinaria rapidez. Todos son rápidos para escuchar.
Los Géminis necesitan el doble de sueño que cualquier otro mortal para compensar la actividad de su cerebro. Lamentablemente, son muy susceptibles al insomnio, así que rara vez duermen lo suficiente. Sin embargo, es necesario que se esfuercen por descansar para reparar a sus nervios, en ellos el agotamiento nervioso es una amenaza constante. El Géminis es el explorador de la mente. Su humor es brillante, y tiene tacto, diplomacia y destreza, pero le falta paciencia y constancia.
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